Senator Marco Rubio | Official U.S. House headshot
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El Nuevo Herald
Para muchos norteamericanos, la política exterior no figura entre los temas más importantes, especialmente teniendo en cuenta que los precios de la vivienda son inasequibles. Sin embargo, una política exterior robusta que priorice a EE.UU. puede solucionar dichos problemas.
La Administración Biden-Harris ha expresado "serias preocupaciones" con el anuncio victorioso del dictador Nicolás Maduro en las recientes elecciones presidenciales y afirmó que "no refleja la voluntad, ni los votos del pueblo venezolano". El resultado de esta elección era predecible desde el principio, especialmente considerando los tres años de concesiones y negociaciones de La Casa Blanca con la narco-dictadura de Maduro.
En el último año y medio, EE.UU. ha ideado un fondo de asistencia para Venezuela administrado por las Naciones Unidas, temporalmente levantó las sanciones a las industrias estatales de petróleo, gas y oro de Maduro y liberó al gran aliado de Maduro, Alex Saab. La Administración Biden-Harris presentó estas acciones como pasos hacia unas "elecciones libres y justas" en Venezuela, pero sin ninguna indicación de que Maduro permitiría que ocurrieran dichas elecciones. Incluso cuando Maduro prohibió a la principal candidata de la oposición, María Corina Machado participar en las elecciones, La Casa Blanca consideró otorgar otro alivio de sanciones a la dictadura.
La brutal pandilla Tren de Aragua ya está causando estragos en nuestras calles aquí en EE.UU. La migración masiva ilegal no facilita la vida diaria de las comunidades en EE.UU., lo que sí hace es mostrar la irresponsabilidad en las políticas de La Casa Blanca, las cuales han fracasado en todos los ámbitos.
La correlación entre la estrategia de apaciguamiento por parte del gobierno Biden-Harris y el incremento en la confianza de los enemigos de EE.UU. es clara.
Rogarle ingenuamente a matones como Maduro que respeten las reglas ha perjudicado a EE.UU. Es hora que esta administración admita sus errores y prepare sanciones contra aquellos que participaron en el reciente fraude electoral y comience el arduo trabajo de reconstruir nuestra reputación a nivel mundial.
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